Pasta (macarrones) con bechamel: ¡fácil y rico!

Receta ↓ Ángela Solar

Prueba esta receta de pasta con bechamel, ¡es fácil, rica y cremosa! Hecha con ingredientes simples y listos en menos de 30 minutos, esta pasta con bechamel es perfecta para una comida rápida y deliciosa. La bechamel suave y cremosa se combina a la perfección con los macarrones, creando una mezcla irresistible.

Ingredientes necesarios

Para preparar esta deliciosa pasta con bechamel, necesitarás los siguientes ingredientes:

• Pasta - Yo suelo usar macarrones, pero tú puedes elegir la pasta que más te guste, como conchiglie o espaguetis.
• Bechamel - Para hacer la salsa bechamel, necesitarás mantequilla, harina, leche y una pizca de nuez moscada. Si no tienes nuez moscada, no te preocupes, puedes omitirla o sustituirla por pimienta negra.
• Queso rallado - Opcional, pero recomendado para dar sabor y cremosidad a la pasta. Yo suelo usar parmesano, pero tú puedes usar el queso que prefieras.

Preparación de la bechamel

Ahora vamos a preparar la salsa bechamel, ¡un clásico que nunca falla! Para ello, necesitarás mantequilla, harina, leche y una pizca de nuez moscada. Si no tienes nuez moscada en casa, no te preocupes, puedes usar pimienta negra en su lugar.

Antes de empezar, recuerda que la bechamel es una salsa muy versátil y fácil de preparar. Yo la uso para todo, desde pasta hasta croquetas. ¡Es una de mis salsas favoritas!

Para empezar, derrite la mantequilla en una sartén a fuego medio. Cuando esté completamente derretida, añade la harina y remueve constantemente hasta obtener un roux suave. Esto es importante para evitar la formación de grumos en la salsa.

Una vez que tengas el roux listo, incorpora la leche poco a poco, sin dejar de remover. Verás cómo la salsa empieza a espesar y a coger consistencia. ¡No te preocupes si se te pega un poco al fondo de la sartén! Eso significa que estás haciendo bien las cosas.

Cuando la salsa esté espesa y suave, sazona con sal, pimienta negra molida y nuez moscada al gusto. Recuerda que la bechamel es una salsa delicada, así que no te pases con las especias.

¡Y eso es todo! Ya tienes tu salsa bechamel lista para usar. Como te decía antes, es una salsa muy versátil, así que no dudes en experimentar con ella y añadir tus propias variaciones.

Cocinado de la pasta

¡Ey, ey, ey! Ahora llega el turno de cocer la pasta. ¡No te preocupes, es facilísimo! Para esta receta, puedes usar la pasta que más te guste, pero te recomiendo que elijas una con forma de tubo o caracol, ya que se mezcla mejor con la bechamel.

Antes de empezar, pon a hervir una olla grande con abundante agua y una cucharada de sal. Cuando el agua esté hirviendo, añade la pasta y remueve para evitar que se pegue.

Cocina la pasta según las instrucciones del paquete, pero ten cuidado de no pasarte con el tiempo de cocción. La pasta debe quedar al dente, es decir, tierna por fuera pero con un punto crujiente en el interior. ¡No te equivoques, la pasta sobrecocida es un crimen culinario!

Una vez que la pasta esté cocida, escúrrela en un colador y resérvala para mezclarla con la bechamel.

Montaje del plato

¡Ya estamos en la recta final! Una vez que tengas la pasta cocida al dente y la bechamel lista, es hora de montar el plato. Mezcla la pasta con la salsa bechamel en un bol grande hasta que esté bien integrada.

Si quieres darle un toque extra de sabor, puedes añadir queso rallado o especias al gusto. Personalmente, me encanta añadir un poco de pimienta negra recién molida.

Recuerda que puedes usar el queso que más te guste, yo suelo usar parmesano, pero también queda delicioso con queso de cabra o mozzarella. Si prefieres una opción más ligera, puedes omitir el queso por completo.

Finalmente, sirve la pasta en platos individuales y decórala con un poco de queso rallado y perejil fresco. ¡Buen provecho!