Bechamel ligera: receta sencilla
Disfruta de una salsa béchamel ligera y cremosa, perfecta para tus platos favoritos. Preparada en solo 10 minutos, esta receta te permitirá disfrutar de una salsa deliciosa y saludable en cualquier momento.
Ingredientes necesarios
Para elaborar una bechamel ligera, necesitarás los siguientes ingredientes y sus posibles sustitutos saludables. ¡Aquí tienes todos los detalles!
- Harina – Yo suelo usar harina de trigo normal, pero si quieres una opción más saludable, prueba con harina de espelta o harina de arroz integral.
- Mantequilla – La mantequilla le da un sabor increíble, así que si puedes, no uses una versión light.
- Leche – Opta por leche entera, o leche de almendras o leche de avena para reducir las calorías y grasas saturadas. Personalmente, me encanta la leche de almendras, ¡es deliciosa!
- Sal – La sal marina o el sal gruesa son buenas opciones. Sazona al gusto, pero recuerda que la bechamel debe tener un punto de sal para potenciar su sabor.
- Pimienta negra – Molida recién para obtener más sabor. ¡Un toque de pimienta marida perfectamente con la bechamel!
- Nuez moscada – Opcional, pero aporta un toque aromático muy agradable. Yo siempre la añado, ¡me encanta!
Pasos para una bechamel perfecta
¡Vamos a conseguir una bechamel ligera y deliciosa en pocos pasos! Sigue mis consejos y verás lo fácil que es preparar esta salsa.
Elección de la sartén o cacerola adecuada: Lo ideal es utilizar una sartén o cacerola antiadherente de fondo grueso para evitar que la bechamel se pegue.
Preparación de la roux: Combina 2 cucharadas de harina y 2 cucharadas de mantequilla a fuego medio hasta que la mezcla esté suave y ligeramente dorada. Recuerda, ¡la roux es la base de una buena bechamel!
Incorporación progresiva de la leche: Añade la leche poco a poco y remueve constantemente para evitar la formación de grumos. Puedes utilizar leche desnatada para una opción más ligera.
Sazonar y aromatizar: Salpimienta al gusto y añade nuez moscada rallada para darle un toque especial. También puedes incorporar cebolla picada o queso rallado, según tus preferencias.
Usos de la bechamel ligera
¡La bechamel ligera es una salsa versátil y deliciosa que puedes utilizar en muchas recetas! Aquí tienes algunas ideas para incorporarla en tus platos favoritos.
Pasta: ¡Una clásica salsa bechamel es perfecta para acompañar la pasta! Me encanta mezclarla con espárragos, champiñones y un poco de queso parmesano rallado. También puedes agregar pollo o gambas para darle un toque de proteína.
Lasañas: Es ideal para preparar unas ricas lasañas. Simplemente alterna capas de pasta, carne molida, verduras y bechamel, y hornea hasta que esté dorada y crujiente.
Gratinar verduras: ¿Quieres darle un toque especial a tus verduras al horno? Cúbrelas con bechamel ligera y espolvorea un poco de queso rallado antes de hornearlas. ¡Quedarán increíbles!
Y recuerda, la bechamel ligera se puede adaptar a tus gustos y preferencias. ¡Atrévete a experimentar y disfruta de esta deliciosa salsa en tus platos favoritos!
Receta
Bechamel ligera
Tiempo de preparación: 15 minutos
Una salsa bechamel ligera y deliciosa para tus platos de pasta y lasañas, lista en solo 15 minutos.
Ingredientes
- 500 ml de leche entera
- 30 g de mantequilla
- 30 g de harina de trigo
- Una pizca de sal
- Un poquito de pimienta blanca
- Una pizca de nuez moscada
Instrucciones paso a paso
- Comienza por fundir la mantequilla en una sartén a fuego medio. Agrega la harina y remueve con energía para crear un roux doradito que será la base de nuestra bechamel.
- Incorpora la leche poco a poco, batiendo sin parar con una varilla para que la salsa se vaya espesando sin formar grumos. Este paso lleva tiempo, ¡disfrútalo!
- Cuando notes que la textura es la ideal, ligerita y suave, añade la sal, la pimienta blanca y la nuez moscada. Deja que los aromas inunden tu cocina y deja que la salsa se cocine a fuego lento durante unos minutos más.
Notas:
- Si deseas una bechamel más espesa, puedes añadir un poco más de harina en el paso 1.
- Para una versión vegana de esta receta, puedes utilizar leche de almendras o de avena en lugar de leche desnatada y aceite de oliva en lugar de mantequilla.
- Si quieres darle un toque de sabor extra a tu bechamel, puedes añadir un poco de queso rallado o unas hojas de perejil picado en el paso 3.